martes, 28 de junio de 2011

EL PRECIO DE SENTIRSE LIBRE

EL PRECIO DE SENTIRSE LIBRE 

Puedo hablar elegante, puedo ser mezquindad. El ser humano puede ser el orgullo que atiza, que finge majestad vestido de plebeyo.
Rimbaud en las letras de la insolencia. Nena, ¿vamos a visitar el infierno?, si dices que sí no te cubras mucho, me han dicho que hace un calor del demonio...
La sátira en las letras Gustavo Adolfo Becker, se adapta a los pensamientos de rebeldía que dan en mí, que dan en ti, una poesía, una rima de infalible gusto y disgusto, cual grosería y cual insulto…el conformismo es un platillo que el humano no ha podido digerir.
Son cambiantes mis pensamientos, son profundas mis lágrimas.
José Asunción silva hace una nota y se dispara sin más, yo pienso en un poema que recite un final, como una canción de Lennon, “let it be”, deja ser lo que quiere ser, deja morir lo que quiere morir. Pero el hombre necesita ser necesitado, Coelho, con tu optimismo creo que te has equivocado de mundo, la realidad no está  en un estandarte de dos colores, no hay nada que sea sólo blanco, sólo gris, hablando de metafóricos pensamientos claro está, pero tampoco hay un arcoíris, si así fuera estaríamos mareados con ese exceso de información.
El nocturno, el ser nocturno, se empapa de uno de los poemas más famosos de toda Colombia. Benedetti, en tu boda de perlas, en tus poemas y tus historias, ¿escribiste de ídolos como lo hago yo?, ¿notas de suicidio, morir por nadie, vivir sin vos?
Me suele suceder que no estoy aquí, que el melodrama es un Shakespeare que me cuenta una buena historia. Ya no más humano, mi nombre es una profesión, llámame escritor.
Oscar Wilde me habla de su socialismo, Poe me habla de su tristeza llena de consumismos sentimentales, existencialismos….yo, yo no hablo con nadie, únicamente escribo la biografía del viento, pero como él no dice nada…mejor escribo la mía. Qué egocentrismo tan insolente en mí. No tengo nada que contar pero aún así quiero escribir...necesito una vida, quiero una historia, quiero que alguien me saque de aquí. Quién eres tú, cuéntame tu historia.
Hay una cara llorona con la que siempre sueño estando despierto, pienso en personas…seres humanos, estúpidos, inteligentes…pienso en sueños, pienso en ti, y en este gasto absurdo de papel, me compruebo que el consumismo llena al comercial de la existencia. No hay nada que decir, quiero un poco para sentir...una película estaría bien, pero no sería real…el precio del sentir
Fin
   

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