lunes, 27 de junio de 2011

OPINIONES

OPINIONES

En secuencia, el tiempo avanza haciendo valer la memoria en el intelecto de los seres.
En el aprendizaje cognitivo la teoría cartesiana de pienso luego existo se vuelve in-aportante cuando el ser toma concepción. Cuando desarrolla pensamientos que se envuelven en el ambiente, no sólo pensamientos de origen en la supervivencia, sino más bien centradas en el origen mundano de las cosas, un pensamiento de índole existencial que sobrepasa al pensamiento que se desarrolla en la acción de velar por la existencia. Estos pensamientos ajenos a dichas situaciones en las que el pensamiento se ve obligado a adaptarse y evolucionar, pueden ser llamados sentimientos, de lo que podemos decir que el sentimiento sólo es algo de índole ambiental e intelectual, haciendo a su vez incompleta la frase; “Pienso luego existo”, puesto que en el pensar se hace indispensable el elemento ambiental que garantiza supervivencia, la adaptación y evolución, física, intelectual y emocional de los seres.
Ante lo dicho con anterioridad, podemos también establecer conflicto o duda sobre la idea dogmática que se da en los que alcanzan una capacidad intelectual “valida”, para profundizar en el tema de la existencia, así tal cual los grandes socráticos y presocráticos, que trataban de hallar en un asunto de ascesis subjetiva, de inefable doxa, una explicación inexplicable de lo valido y lo subjetivo, como la moralidad y los valores, entre otros. Haciéndolos a ellos no validos en el pasaporte de lo comprobado, de la ascesis y la episteme en general.
La vida buena no tiene que estar ligada a la verdad, porque como decía el gran filósofo y poeta Federico Nietzsche; “no existen verdades, sólo interpretaciones”.
Pero al decir esto nos vemos forzados a entrar en una aclaración y es que, a todo esto, hago referencia a muchos autores, entre ellos Charles Darwin al hablar de la adaptación y la evolución de los seres, pero es necesario aclarar también que al nombrarlo, no hago referencia a una filosofía positivista, porque como dijo Wundt a manera indirecta con su psicología de los pueblos. El ambiente aunque está rodeado de ciencia, sólo es un completo en este mundo de moneda, en el que por una cara esta lo comprobado y en la otra, esta lo ambiental que desarrolla no sólo lo mental sino también lo emocional. También cuando hacemos referencia a esto hablamos de la Psicología Conductista, fundada por John Watson y que dice que todo estimulo lleva consigo una respuesta, una acción biológica. Estos estímulos pueden ser tanto positivos como negativos y van directamente relacionados con el ambiente.
De todo esto puedo decir que la emoción no sólo es un asunto biológico, puesto que es de aclarar que la falta de emociones si  lo es, también conocida como mutismo. La emoción es de carácter biológico y ambiental, pero la acción puede ser comprendida y manipulada, puesto que el ambiente asigna visiones e interpretaciones, pero como decía el padre del Psicoanálisis en muchos de sus ensayos, el ser humano está obligado a pasar por ciertas facetas que pasarían a ser los cimientos de su capacidad intelectual y social.
Los seres humanos somos cuerpos en potencia, con un objetivo que es la supervivencia, y con otro que es la utilidad social que no puede ser concebida sin una mínima capacidad intelectual. El hombre es títere de la sociedad, pero en sí, guarda valores desconocidos dependientes de la subjetividad ajena, de todos los seres que le rodean, haciendo así posible la existencia de los artistas y de los villanos. Y a todo esto, retomo la frase de Federico Nietzsche; “no existen verdades, sólo interpretaciones”, a lo que puedo decir que las opiniones que dirigen al mundo, son una falta de respeto a la inteligencia humana, el tema de guerra y de religión, son un absolutismo absurdo que absorbe a la sociedad en un poso de decadencia. Lo ambiental debe de estar en conexión con el mundo, sin idealizar las costumbres, al decir esto no quiero decir que este mal hacerlas sino que es ignorante idealizarlas, puesto que al idealizar algo también negamos una mejora, un remplazo de mejores resultados, en la cultura, en la subjetividad y también en la objetividad de una sociedad, en este caso, de la sociedad humana.
La costumbre y la cultura deben de observarse a manera objetiva y reduccionista, a manera de buenos y malos resultados, lo malo no debe de ser aceptado sin antes ser analizado, no desde la subjetividad sino desde el cognitivismo, reduciendo la cultura, la guerra, el fascismo, etc. A estímulos positivos o negativos.
Pero bueno, a fin de cuentas, sólo es mi opinión…
Fin


     
 

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