miércoles, 18 de abril de 2012

El anciano que camina; la frágil memoria.


El anciano que camina; la frágil memoria.

No sirve mucho introducirme excesiva y estúpidamente al mundo del consumismo, las patrias simbólicas las guardo en mis gónadas, siempre tan frágiles como partículas de polvo que vuelan y vuelan entre la ciudad. No sirve de a mucho ver tus fotos y tantear tu recuerdo con mis manos desnudas. Los vagones y las luces intermitentes y nómadas del tren buscan razones de caminos y cordilleras. Las barandillas enfrían las manos de los que se sujetan para no caer, yo siento que todo tiembla y cuando me doy cuenta estoy contra las puertas, acorralado por una estampida de gente.
Los ismos peludos nos calientan el sudor, nos desintegran las memorias de la lluvia. El gato mojado escala la luna con sus maúllos en el tejado...las pecas del sol se comen tu piel y el cáncer de la vecina hace relleno en los que no tienen nada para contar; sólo motas de polvo y puentes de luz que se cuelan por entre las ventanas del baño, y el agua cayendo de la regadera irriga la mierda y algo huele mal entre el escollo. Salto en el frío y los guardias no dejan dormir, los días pasan como la sonrisa. Las memorias también se caducan y el invierno extraña lo que hacía la primavera con los cerezos, y en los extremos de una memoria parecía que nos quedábamos durmiendo en detalles de Gabriel (G. Garcia Marquez) y en la cómoda hamaca en la que recitábamos a Cortazar o a veces a Bennedetti. Maldiciendo con ganas las razones escondidas en las parlas inteligentes para aparentar, perdidas debajo de las rocas y la sopa infestada de camarones. Los días que pasaban de 500 a 600 y luego los sentíamos poco a poco como un menos uno.
Las miradas esquivadas de cada silencio gritan sin buenos resultados un semáforo que nos prohíbe la cercanía y es como olvidar lo que se hacía. Es una sombra del tick-tack. Se rompen los espejos por los que navegan recuerdos, imágenes de nuestros cuerpos ahora extraños entre la nostalgia. Se ven escenas de besos mudos y tormentas en la cama, navegando en botes de ombligos para no ahogarnos y no morir...nacer en cada espasmo que nos dejaba blanda la carne, extrañando una mirada que se nos quedaba en las lenguas sin querer pensar.
No sirve criticar las sociedades con falsa fe y un cumulo de erratas en cada falso sentido que me planteo, mientras agito el sombrero y en la penumbra peluda de mi cabeza, navegan los auxilios volcados por una tumba de arena, muchas en realidad. Camina el silencio sellándome los labios y secándome los ojos...el tren abre sus puertas y me dejo a mi en los chalecos de la gente, los viejos sombreros, los relojes de cadena, los bolsillos de las camisas, e incluso uno que otro dedo en las medias, sabiendo así que ni repartiéndome en tu piel recuperaré la mía, ni tampoco dejaré de caminar esperando atravesar los espejos de un recuerdo entre las puertas...no sirve de mucho recordar el olvido de tus ojos, ni esperar a que el viento me devoré la estancia de mi amnesia y mi memoria siempre tan frágiles, como partículas de polvo que vuelan y vuelan entre la ciudad...
fin

sábado, 14 de abril de 2012

Tengo miedo de aburrirme de vos, tengo miedo de dejarte y a la final siempre me aburro de la gente...No hay nadie que lo entienda, y vos ya no estás, con vos es como si ya no pudiera hablar yse comienza a pudrir todo mi apego por vos...simplemente seras de la gente que abandoné mientras eres a su vez uno de los seres...el ser, que más amo en el planeta. Necesito de algo que ya no me daras, así que sólo guardaré las cosas que te tengo y tal vez algún día te las daré...aburrido, tan aburrido, tan falso, tan real.

-Quieres ser mi novio?
-sí

algo extraño está pasando acá
-me pregunto si todavía puedo amar
-seguro que sí

Dame algo diferente...no me lo das, tus palabras nunca cambian y me lastimas...terminaré haciendo daño, lo sé...
fuck off. Decirlo nunca sirve... Fuck off

miércoles, 11 de abril de 2012

Por qué


Todos teníamos plumas que salieron dispersadas por un ventilador. Como todos los de la fiesta, nos sentíamos atrapados. Un grupo marginado, unas pistolas a punto de disparar al viento, como un grito que grita “QUEREMOS SALIR”, pero igual nadie dijo nada.
Me siento como una fresa que es comida, y me desangro. Suelo preguntarme qué sienten los que nunca fueron niños y fueron obligados a nacer viejos y a nacer en su muerte. Jalando el cordón umbilical el tren se detiene y tengo que salir de este vagón, pero…todo es tan tranquilo y la violencia del mundo ha cesado. Como un pantalón al que se le atranca el cierre y un grito celestial que dice libérame…viejo miembro atrapado en unas manos.
Espaldas erectas y el reloj en pausa eterna, tick-tick-tick, sólo un incomodo tick, los que se rascan, los que se duermen y los que viven su vida en las nubes y en las tetas de alguna. Deslizándome por la madera y en un roble soltando humo…bohemio vago. – ¿Mirando ese cielo cómo decir que no quiero vivir?
-Dilo
-No puedo
-Por qué?
-Es tan hermoso
-Sí, sí lo es.
Todos bailaron y alumbraron sus mentes, como colgados encierros genitales, y las libertades se rieron de su encierro mientras tocaban los senos de alguna, y los homosexuales cepillaban sus dientes con otras lenguas, y las letras se quemaban con ira en un papel de saltos a la verdad. El semáforo en rojo nos da tiempo para cantar.
Los ojos cansados sonríen con el brillo de tu pelo untado de grasa y cubriéndome del sol que nos espanta,  y mis dedos pasan por tu espalda mientras te rompes poco a poco hasta convertirte en el polvo que aspiran los que te han dejado de ver, y también los cubiertos por está tormenta de arena. Un desierto en la carretera y al final nadie puede dejar de bailar, agitando los pies y quemando sus mentes divinas, arropadas por el fuego de un vientre que nos hecha.
Quién dice que no es cruel amar para decir adiós…que bueno es pagar el precio por recordarte de vez en vez. La soledad mata como mata esté vicio, ven nena, a veces creo que no tengo identidad…decadencia. Vuelan, sólo vuelan las plumas en el ventilador, sólo se disparan los dedos y se gritan las bocas sin tiempo, y nos colgamos la miseria para despertar en el cielo que no dejamos de mirar.
-¿Por qué?
-Por qué es tan hermoso

jueves, 5 de abril de 2012

dfsf

Más viejo que el olvido, el letargo se adormece en las fauses del sosten que retiene el pecho de Melanie Kleine.
Woody Allen baila un tap y la luna tartumada cae como lluvia en los ojos de espera y los sueños con nalgas talladas, el sueño ya viene pero nunca llega...suele ser así
Las cataratas nievan como libido esporadico e intermitente, el viento del sin sentido se lleva a los reyes de la coherencia y los ahoga en una baba de perro con rabia.
Se pone su camisa medio rota, manchada de salsa de tomate, de baba de perro, de cerveza y de esperma, y salva a los que salva mientras de su forma la gente desconfía.
Con una imitación castaña del copete de Clark Kent y el vigote de Dali, su intento de elegancia con un saco viejo que le cuelga del hombro y un bastón que suele confundirce con un rejo para arriar o un arcaico simbolo de biblias...¡abrid el agua por nosotros oh heroe de carroña!
En el trabajo es el raro, el triste, el olvidado y...
-Buenos días Marta.
-Buenos días- dice Marta con el alma encogida de pena y un sentimiento de desprecio salido de no sé donde, de un no sé porqué.
Si los que se pelean le miran se unen para golpearlo, si las palomas le miran se estriñen sobre el, y las cosas no son lo que parecen. Lucia duerme soñando con los principes azules y achimanda sueña con su no a la historia único, al único presente.
El amor es un bautizo de ansiedad, un cumulo de nombres extraños, la destrucción de la torre de Babel y el fuego inentible de la piel quemante...
-como me gustaría ver a Lucia, como antes, escueta, simple y bella...sin los adornos de maquillaje y sin las perlas plasticas e inmensas adornando sus bellas orejas. Pero ella no es mi novia y no debo pensar en ella, me hacen falta los amigos.

Como en una película de hitzscock el pensar mucho es el enemigo. Corre que te persiguen las dudas furtivas y... ¿estás enamorado?
-Cómo rayos saberlo...el beso negado de los días escolares y el silencio, el maldito silencio que te deja con los pantalones mojados de duda y el alma con incontenecia quiere soltar preguntas, pero solo responde el silencio sin dónde, cuándo o por qué. Los padres tuvieron el mismo silencio, pero él era de los que se quedaban mirando horas y horas el cielo, los X-men, los fantasticos y el capitan america. Leía poemas y se automarginaba del mundo violento...la madre sangraba como solía sangrar ese estupido dibujo animado cuando veía una chica guapa, pero, ella no paraba de sangrar, enmarcando en 5 gritos la suplica de ayuda, el no más al golpe del padre que tiraba los telefones al sotano para que ninguno de los hijos se atreviera a llamar a la policia.

La puerta cerrada de las 12 de la noche, era cambiada por una bobeda de morbo que se escurria por su carne, y su padre lamía su ombligo, mientras el madroño de la ventana lloraba con un viento que se colaba entre las hojas y hacía soplar las lágrimas invicibles del infante.

-La gente siempre piensa que estoy drogado.
-Estás drogado?
-No, hoy no. El hachis hierbe en las nubes y el bigote se para. Me duelen las piernas
-Estás enfermo
-Lo sé. Cómo pueden olvidar los amantes haber amado, cómo pueden recordar los ojos el olvido, las lágrimas el ayer, el suelo el hoy...nunca logro hacer nada útil
-te esfuerzas por vivir y ayudas a los demas con sus sueños...eres un heroe, más fuerte que nadie...
-Sí...un heroe de carroña

miércoles, 4 de abril de 2012

fafd

Dejo que el tiempo se consuma en el estropicio, en mis garbeos los días pasan riéndose y llorando montados en un ferrocarril. Las bombas de sangre consumidas por rayos ultravioleta se disecan en el alma de los que han dejado de vivir.
La metamorfosis de la ciudad ha hecho volar los ojos crédulos, el amor sin límites, los ideales por encima de cualquier cosa y la juventud, alma vieja en los días en los que cada tiempo libre se adormece en la modorra. Hoy no quiero hacer nada y a menos que el sol obligue con su látigo de calor, no hare nada, nada más que ver pasar los días o fingir que hago algo mientras el océano lánguido de cobijas y colchones me desintegra, me hace suyo y me hace recordar los días de rascacielos, las atónitas alturas que nos veían revelarnos a su manto, y caer como los presos de alcatraz al sueño del consumo y al consumo del sueño. Mamá miraba desde la ventana el suave vaivén de las pesadillas, reflejándose en un espejo opacado, que dilucidaba en el fondo de los rayones causados por algún puñal, un susurro de intima soledad. Las hojas cayeron y los reyes quedaron encerrados en los cuándo y los por qué, las jerarquías cayeron y las lluvias empaparon los rostros que ya no lloraban.

La gente leía los poemas del olvido y recordaron la nonada nada, la pequeñez de los espasmos, el intercalado circulo de vicios, el subconjunto de la bohemia y la raíz de la salsa, el rock y la droga. El divertido escape de la carne rompiendo y descociendo los principios de castidad, el silencio de los gritos siempre tan amordazados y heridos. En su piel los días caían como la briza que cubre los oníricos momentos de los infantes. Las diosas fueron a su madriguera y murieron en la basura en la que yo recopilaba los escritos de los que abandonaron los sueños que corrían al lado del rio que insultaba a la estación que lo veía correr.

Los fantasmas corrieron hacia mi como drogadictos a la droga, y la muerte relojera dejo atrasarse el mundo, dejo morir al ayer y detuvo los ojos de los ombligos que nos hacían tan felices, el tuyo más que nada, mientras nos preguntábamos qué sentía la calle, el pasto, las nubes y las ventanas. Nos adormecimos en los días que anhelábamos y golpeé con fuerza los estandartes que el coronel alardeaba poniéndolos en su saco militar, o en su largo gabán. El padre de las armas disparó contra nosotros y dejo pólvora en las lágrimas que salían llenas de odio y de dolor…la ceguera consume los letargos y disgrega las claridades, por eso lo que es tan solido se desbarata en el adiós de lo que fue nuestro.
Ya no hay padre ni tampoco madre, los amigos que siempre pocos fueron se calvaron como la cura de una enfermedad, pero pudo más el sida de los perdidos en mi, pudo más  la tristeza sin filo del dolor y la duda, los ojos caninos de Calima que lamían mi despertar con agradecimiento en cada meada, y yo sentía que el cielo me orinaba. Lenta lectura en la que nadie murió, pero todos se fueron y extraño tanto el grito francés de Jacques Brell, o los disparos mudos de un te quiero, el día que la casa vieja fue derrumbada y las llamas separaron el sudor del cielo y el fuego de tu carne…pensar que yo me quería calcinar contigo en lo que nunca fue mio, pensar que deje casa, hermanos, padres y júbilos, que de por sí pocos eran. Pensar que tu tristeza era más grande que la mía y que siempre te dije que no fumaras antes de dormir, pensar que pudo más el licor y el éxtasis que juntas habíamos comprado, y también que algo en mí alma sigue humeando, como cigarro interminable y las colillas que desvanecen tu rostro en un espejo opacado por recuerdos.
Pensar que te amaba tanto que me pierdo con vos en lo que nunca fue olvido, y que jamás volverá a ser memoria.