jueves, 23 de junio de 2011

CONCIENCIA LEGAL, CONCIENCIA CRIMINAL

CONCIENCIA LEGAL, CONCIENCIA CRIMINAL

Ideal de paz en la boca del sicario, trabajo noble, sin falta de dinero, de peso, de euro.
Etéreo bulevar de carne, bello fin de la mente.
Ciudad, tú ya no sirves, tus pavimentadas calles raspan mis pies de jungla y sueño.
Vagón celeste, tempano de hielo, mierda en la mente del vulgar, basura en el intelectual. Ayúdame con la tarea, ayúdame a no pensar.
Y vago y pierdo esperanzas, mientras se avecina la moto del traqueto, la fe del rio que corre vagabundo, contaminado y taciturno, se avecina ese, cual avalancha de agua, basura y coca. Se intoxica la vida que espera paciente desfilar en la pasarela de la muerte, la mía con un sombrero de copa y un cigarro interminable, que expulsa su humo por entre mis costillas. Pesadilla en el espejo deforme.
Camina el viento salvaje, los segundos, los llantos tan sutiles, la saciedad de tus pupilas, el sin sosiego del ideal.
Economía, plata, comida, necesidad. Y sigo andando por entre los pabellones de Pinochet en chile, por entre los sometidos a la purga y los muertos de inanición en Rusia y en Cuba, y entre tanta vida y tanta falta de ella, veo a la hoja caer del árbol, veo al viento que muere con disimulo, cuando lo más puro es un licor adulterado, como la cultura y la mente cultural, como el trasnocho que pide descanso.
Regula la pistola, bala perdida o bala acertada, uno ya no vivo es el que cae, muertos todos somos los que seguimos caminando.
Consciencia legal, consciencia criminal.
El sicario viene, el sicario va, el sicario se pierde, y en tus ojos ya no hay nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario