miércoles, 8 de agosto de 2012

Vienes partidos. El que viene a la madrugada.

La noche que educa, el morbo de tu adiós...angustia
¿Conoces a ese que se cola por la ventana a eso de las 2 o tres de la mañana?, como un extranjero de los días sin sentido, un prófugo del amanecer, un voyerista que se excita mirando ese libido lleno frío, esa amargura peleándose por las cobijas. Tal vez sólo sea una noche de divorcio materializada, como una pesadilla en nuestras cabezas espetando con miedo nuestras mentes sin certeza. Nena, creo, sólo creo, que se ha acabado el amor...tal vez lo supe cuando sin decirlo nos dijimos adiós.
Sospeché tu huida cuando te fuiste con ese ser etéreo pero perceptible, cuando vi la nevera vacía, como un hueco sin emoción y con hambre. Tal vez ya no sintamos, golpéame para comprobarlo, sé que lo deseas.
…pero ni tu ni yo sabemos su nombre. ¿Javier, tomas?, tal vez un tal Juan.
Tal vez nos hizo un favor pero mientras esta hiel me consuma mataré con sátiras morbosas todas las películas de amor.
¿Dónde pongo las cenizas de este amargo, adictivo y hostigarte cigarro?
Me comen los leones de los peluches que te haz dejado, y tus bragas son un rincón de vinos tan dulces que me hacen palpar con grima la más brava y fuerte resaca.

Valiente

Me quito las venas pero crecen como si fueran las raíces de un viejo árbol.
Quítame la valentía y así sabré que ya soy demasiado cobarde para recuperarla,
pero no me quites tus besos, no me revientes el pecho.

Cuando comienza el cuento de la madrugada tecleo las áridas tierras de la luna, y ella expulsa un polvo, como las lágrimas del barro seco, destapando mil cadáveres de sirenas. Llega la noche y siento como se rompen las cuerdas que vuelven a unirse cuando un brillo rompe la ventana y los griegos vienen a por mí, a matar con espadas oxidadas el cuerpo de acero y el alma de papel, que suena y resuena como cuerdas rotas y guitarras viejas

Me dejo en un viejo libro, muy quedo en las letras teñidas de desgano y mil tareas. Cierran los ojos los ciegos y mis pestañas se tiñen de blanco. Cuando más vivo se siente el olvido es que uno comienza a recordar, a tirar por la borda los sueños del triunfo fututo, y mi filosofía se vuelve un uso metafórico a lo que es la gerontofilia. Arrugado, arrugado, hay vida abajo de mi ombligo, pero sólo me excita la ninfa que se murió desapareciendo en el viento de antaño frenético.

Guardo crucifijos y me dejo la oración, amarrada entre los dientes viejos y torcidos. La lengua tuerta ya no ve lo que permite decir. La foca floja se ha comido las ostras  y el verde y mohoso campanario sólo ha dejado un relámpago de estruendo. Cuando uno se siente viejo ya no envejece, sólo comienza a desaparecer, como las olas de caramelo en la tierra de los glotones.
El semáforo se daña. Todos caminan, las nubes van a ningún lugar.

Hermanos, cojan los frutos que salen de mis brazos e ignoren mi llanto. Vuélvanse nubes, vayan a ningún lugar. Suenan las campanas como pólvora estallando queda.
Extrañamos para no olvidarnos, o tal vez para no recordarnos...el foco de luz estalla, y tú te vas, me revientas el pecho, me dejas sin besos, me dejas muerto y yo digo gracias...

SDFKSD

Bufón, bufón, no juegues conmigo. El chiste más perverso. Sonríe, el espejo llora. Mira, mira, el cielo está cayendo. Mira, mira, todos excepto tú han dejado de mirar...estás ciego mi amigo, estás ciego. Estamos sordos, créeme, nadie te oirá.

Los fantasmas se han ido a practicar el onanismo y los ángeles se han vuelto creyentes del antropomorfismo. El cielo se quema, y todas las plumas caen. No lo ves, ¿no lo ves? Muertos, todos están muertos, comienza de una vez a perder la fe.

Todos sonríen, todos se ríen; es nuestra catarsis, nuestra maldita libertad, ya nadie pregunta por qué, todos nadan como peces en la alcantarilla. Nos acostumbramos al veneno y cuando nos damos cuenta de que podemos abrir los ojos, de que podemos saltar...ZAS. Te digo mi amigo que yo prefiero saltar. Rompe el cristal con gritos patéticos, rómpeme la cara, viólame y destrózame y mira cómo estoy tan calmado. Nuestra catarsis es una hipnosis, date cuenta al despertar que la guillotina fue una realidad. PAÍS DE MUERTOS.

Estamos en la liza y no te diré perdón. NECROFILÍA, NECROFILÍA...Nena, niño, hazme el favor, el amor... ¿tienes idea de quién soy?
Qué eres oh tú, ángel de la destrucción, sólo humano con alas... Volar es tan difícil. El fuego quema, puedes creerme, el fuego quema.

No ha ganado nadie pero perder es un deseo insoslayable. Hazme el amor. OTRA PALABRA. Nadie dice nada, nadie escucha.
Bailan. Salaz, lascivo, todos son pudendos. No sé, no sé. Todos están locos, ríete bufón, ríete bufón... y cuando nos damos cuenta de que podemos abrir los ojos, de que podemos saltar...ZAS. Te digo mi amigo que yo prefiero saltar.

Las cicatrices de la luna. ¿Entienes?

¿Por qué el camino se encoje cuando la noche se alarga?, ¿por qué se abre la puerta que nunca se abre?, ¿por qué lloras?, ¿por qué esa luz me traga?, ¿por qué ya no te veo?
las manos de un árbol se agarran a la tierra y ése dice "no me moverán, nunca me moverán de la tierra negra como la noche, de la hierva y el jazmín..."
veo a los que se fueron y no volvieron, veo que no veía. Abro la puerta y no dejo de llorar.
El tren abre su boca y me deja entrar, al otro lado de las ventanas oscuras, estás tú, con olor a caramelo en lata, con piel de lija cortada por el frío, leyendo algún libro de Cortázar.
ves a los diablos correr como perros, a los dioses pescando personas, a los lobos aullando al hombre que nunca fueron, a la luna lamiendo el fuego de los soles que la queman, sus cicatrices son hermosas desde aquí, desde la tierra, pero he de decirte que yo no soy humano, realmente quiero decírtelo pero estás en otro lado, por eso salgo antes de que fantasmas de ruido cierren puertas y pingüinos cristianos bendigan un lote de esperanza que encontré en esos ojos, tristes, huecos, como mirando a la tierra consumirse, tragarse desde adentro... Uróboros ha alcanzado su cola.
Estoy frente a ti, o más bien a tu lado, a su lado, ¿ENTIENDEN?...a su lado...se siente bien hasta que las águilas vuelan y las voces de padres ausentes, de realidad sin amor, sólo historia, sin genero, sin olor...ella se va. Te vas, pero me ves antes de irte y callas mi boca, golpeas mi rostro, besas mis mejillas y luego te vas. Inclinas tu mano en las ventanas de las entrañas de ese gusano rodante. Te vuelves un árbol, yo me rompo...he perdido mi matriz. Mami, ¿estás aquí?...pero estoy feliz, me estoy rompiendo y seré polvo; me iré a mi hogar.
No tengo hambre, nunca la he tenido, o tal vez lo he olvidado. Alguna vez aprendí a hacer daño, pero ya no, pero algo suena en mi estomago...es una estrella, la puerta de una estrella. Alguien toca, si abro me iré, me iré lejos, lo sé, pero no lo sé... ¿entiendes?
“No me moverán, nunca me moverán de la tierra negra como la noche, de la hierva y el jazmín..."
Hay días en los que tus ojos pueden matar cuando ya no están, cuando se cierran.
Mi mente es senil y ya no tengo preguntas...a veces, en mi hogar, me acuerdo de vos cuando veo las cicatrices de la luna y escucho a los árboles cantar...fin.