Sometido a ti
Canta la vida como un rojito pájaro que canta la caída
Se queman las hojas, se muere un recuerdo…mariposas rojas como tus ojos. Deja ya de llorar, puedes morir, puedes cantar.
Sostén la mano con el júbilo trémulo de los te quiero, con la belleza de mis labios en tu frente…tus ojos, ¿por qué lloran tus ojos?, cual manantial de apacibles rezos poetas. Poesías que vuelan en tu piel de primavera, llega el invierno como el cálido azote de los postigos que permiten miradas, fuegos incesantes que no callan…pensamientos de fulgores, fueros de tus ojos, sólo tus ojos en los míos, sólo quiéreme a mí, con mi maldito egoísmo, con mi trémula alma, con mi facha y catadura. Hoy no soy poeta, hoy soy cantar citrón que habla de tu distancia, mujer de noche, cortina de fantasmas que soplan con el viento de la noche. El susurro de un te quiero, el pensamiento que dejo en el malva cuando extraño tu piel y mi alma se desgana.
Cuchillo de plástico, insectos que pican, hormigas que andan, cigarro, el cigarro se acaba. Mi barba crece, mi cuerpo es cristal, el detalle habita en tu imagen siendo recordada. Tu mirada es un mar puro donde mis defectos contaminan, pero en mi egocentrismo tu nunca pertenencia hacia nadie es la sonrisa que se adorna cual guirnalda en el árbol de una esperanza navideña.
Déjame quererte porque sé que puedo hacerte sentir querida, porque sé que en mis defectos la virtud del te quiero sincero es algo con autoría ajena a mi existencia, porque sé que te quiero, porque cuando comienzo a pensar en ti, es difícil que lo deje de hacer.
Canta la vida, y el rojo pajarito…ya volvió a volar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario