lunes, 15 de agosto de 2011


Tus labios tocan los míos y tu mano llega a mi espalda,
La tuya es un palacio de cristal y desiertos, de castillos de viento y papel.
Tus manos tocan mi piel y las nubes caen con el soplo del viento, como una mirada que mira a los amantes, no hay besos que sellen la palabra, que define lo inefable. Tus ojos que se cierran cuando mi boca llega a tu abdomen de firmamento, cuando eres mujer, cuando eres…tú.
El poema tiene tu nombre y hoy tu nombre es mujer, tu iris marca ilusiones y tu piel se desliza rozando la mía, flotando, queriendo y amando al viento sin dirección, deslizando tus dedos por olores de montañas que caen con suavidad, como una cobija de ilusiones que calienta las noches frías, y que congela las iras que despiertan lo sueños.
Hoy tu nombre es ninfa y un viento en tus ojos y en tus labios, en tus parpados y mejillas, se despide de la noche de tus sueños y dice hola al sol que arropa tus días, a la camisa que ata tu tacto a una prenda que se irá en la noche, mientras mi alma besa la tuya con un poema. Hoy el poema tiene tu nombre, y tu pelo vuela en el viento que vuela a la luna y al sol, esos que te miran, porque eres ninfa,  porque eres mujer, porque eres…tú.


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