miércoles, 25 de enero de 2012

desolación (¿estás bien?)

desolación  (¿estás bien?)

como espinas carnosas en el vientre de venus y amapolas en las lágrimas de los niños ciegos...todos los caminos se cubrieron de piedras y destruyeron los castillos, con raíces mutantes de arboles de arena....
Todos los vampiros fueron a por el alma y las venas sangraron en la luna con calor. Nos evaporamos en los gritos de las putas siendo penetradas por los los espacios orgasmicos del polvo y de la nada...vomitamos, sangramos, caminamos en un camino de guerra, sin armas ni héroes, sin pieles, con aromas violentos entre las calles que nos quitaban los pies con pánico y lluvia. Nos mojamos con sangre y nos perdimos en las grietas de la esperanza. Nos aruñamos la cara y golpeamos a las mujeres, escuchábamos sus llantos fuertes y estruendosos. Las violamos y torturamos, les quitamos las tetas y las pusimos en un altar. A los más pequeños les quitábamos la piel, los golpeábamos, los desformábamos y los volvíamos nacimiento eterno del error y el horror...Fuimos traficantes de fe y en el destino conseguimos entregar locura insana, sangre putrefacta, a todos los dioses y a las montañas. Infestamos con sangre oxidada, los albores, los olores, los postigos de paz. No hay beldad en nuestro castillo ni en mis ojos ciegos que sólo escuchan los gritos de mis soldados...llevo encerrado en las nubes, milenios y años...dagas en las piernas me duelen y se me encarnan en las uñas, me duelen los cuchillos que ya se han hecho parte de mi piel, y me he comido los ángeles que vinieron a a ayudarme, les he quitado las plumas y les he tirado en la arena que nos consume sin olvido...somos lo que soy en la patria mente, sin banderas más que el pellejo e himnos más que los gritos...no hay ayudas, no hay amigos...y corrimos y caí y todos fueron fecundados y nacieron muertos, y afrodita lloró mientras los cuervos asesinaban quebranta-huesos y los niños cantaban tristes un eco sórdido y fétido, lánguido y tozudo, ronco y feo, en el cuarto de la cárcel y en la pintura de mi habitación...y yo me quedé quieto, porque me vi sin nombres, enredado en el edredón y esclavizado por la pintura del insano sopor del sueño de mi de arena y mi pintura, de gritos callados y de todo lo demás...

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