lunes, 30 de enero de 2012

Cursi vuelo al borde del cuaderno

Cursi vuelo al borde del cuaderno

Como una metralla de esporas. Vivos, tratamos de estar vivos consumiendo muerte que nos deja con sed.
Como una ducha de tierra, las pupilas de los vientos me han enseñado que la filial de la vida está llena de muerte y que la paranoia es la esencia de la vida, las plumas titubeantes del orgullo y el apego.
Los pájaros con cuerpos de lata, van a por la existencia de la pesadilla, y la filosofía más profunda se desmorona como un árbol de polvo y palos de fuego...estacas de olvido en las sombras, y en la luz tu nombre que nos sega cruelmente. Nada abominable, titiritera aberrante de albura y nada...

Una pantalla se apaga mientras realidad pasa comiéndose las nubes, glotona y con gula. Pero no nos apaciguamos y nos perdemos en un flash que nos deja sin manos y sin pies. Muriendo leprosos o sarnosos, condenados a estar en un coche sin gasolina esperando en los rieles al tren que no llegará, al ferrocarril de los minuteros, al cantar de las sabanas, al sol vivo en la tarde y la luna de amapola deshojada.

Carrusel, espero los carruseles de prendas y sopas, de vestires nuevos, de familias, de amigos, de ponis asesinos, de asesinos con besos, con te quieros y amores...me matas con el verso atento del poema silencio. Con su eco, sombrio e imparable, con su tacto dañino en las pieles sedosas del viento etéreo.

Volamos y caemos entre cables de luz y detalle, como rayos en la tierra dejando energia para que nazca una flor que rompe una semilla, como un niño que rompe el sol con una risa, dejando que sus rayos nos llegue a todos como el cumulo de recompensas a una lágrima de sombras. Escueta, fea, linda, triste...bella. Bella es la muerte en los ojos del espejo. Cruel es el presente que hace imparable el detener del tiempo y el execrable detalle....lunar de vejes y olvido, juventud de memoria y polvo. Obstinado desierto, obstinado soy con mi desierto, siendo redundante como en la campaña de un bufón. Boten, boten, boten, por la ironia, por la monotonia, por la redundancia de los días y las aletargadas noches que viven todos los ojos, incluso los que no miran. Porque sólo la piel es sabia, desde los bellos a las pestañas y las lagañas, cayéndose como los ojos soñados en una nación de ensueño, sopor, sudor, memoria y lánguido liquido que enmaraña y ensucia los cabellos sumisos, taciturnos....se caen volando las estrellas que explotan cubicas y cilíndricas en un cuaderno de dibujos, con rayas de arriba a abajo, de lado a lado, de estrella a estrella, y de borde a borde por el que vos y yo...pajaritos de metal...volamos, volamos...fin

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