jueves, 12 de enero de 2012

buscándote

buscándote


Y lo miraba aún cuando ese cielo no había abandonado por completo sus colores de nocturna madrugada. Los pedales de la cicla se enrollaron en mis muslos y adornaron con engranes mis rodillas, y vi a la gente caminar más vivos que el sol y más llorones que la tarde que muere...
pero nadie durmió, todos despertaron de un letargo insomne con el olor de las empanadas y del tinto mañanero, mientras yo trataba de huir de tu imagen y tu recuerdo en las nubes narcóticas y rosadas, que empapaban y preñaban al cielo con los susurros de los sueños de media noche.

Los coches, buses y camiones envuelven con ruido a la ciudad, y esta se hunde en agujeros de las calles, y esta es absorbida por los débiles gritos de una revolución que nunca se hizo. Las familias despiertan, los niños se alistan y yo no te olvido y, entiendo que los días son el ayer de lo inevitable y lo irreversible de nuestro mañana sin conocer, y sé que la ciudad muere después que el campo y que las mañanas son más puras aquí que en la tarde...también sé que suelo pensarte más a esta hora, que recuerdo tus besos en las sabanas y en las almohadas sin plumas, y sé que me gustas y que te quiero porque no dejo de necesitarte por simple morbo, porque no dejas de interesarme, tanto por lo que das como por lo que no me das y, entiendo que primero son los alienigenas y luego los hombres, tontos y burdos hombres que crean ciudad, y sé que me pierdo en vos porque no me he encontrado en mi y que aquel que se encuentra no lo divulga sino que lo divulgan a lado de su epitafio, porque los sabios no se miran con ojos de sabios, porque sólo la experiencia habla de los días y las horribles noches en las que yo te extraño...

Sé que las palabras callan con los años en cuanto uno más tenga para contar y menos para decir, y ya no digo nada y sólo hago mala mueca en los andares, y me vuelvo preposición al inicio de un párrafo, y me vuelvo falla en mi tecnicismo sin ley a la par que me caigo y me destruyo, con las tuercas sonando y mis engranes raspando al sol herido, mientras apareces frente a mi sin lujos ni estandartes, sólo un hola y un café...c'est la vie... te extrañé

"Y cupido se enamoró de psique 
Magno de Hefestión  
Persefone de Orfeo...
y lo siento nena, así como ellos, yo me enamoré de vos...
pero sé, que "de nadie son los salados besos del mar...""
fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario