Entre la vida y la muerte, entre mi odio y mi amor
No me disculpare ni conmigo ni con vos, vergüenzas sobran, y yo también, pero quiero ser lo que no seré...
Insurgentes somos en este pregón. Se levanta La Iliada con medallas de honor a la vejes. Se levantan en tus ojos, olores de humo. Nos levantan las pesadillas cuando no podemos dormir. Es duro saber que estás muerto y que yo estoy vivo. Necesitas a los que están mal para creer que eres útil. Un vicio de cantos asesinos. Heroína asesina en tu piel. Miradas que inyectan morfina, opio en mis labios resecos y una shisha que levanta humos de lluvia y malos augurios... alucinaciones y delirios...Dime que esto no es real, atrévete a decirme que esto no es real.
Oye nena la guerra a acabado, me han quitado las piernas y ahora el baño se me hace una montaña, tengo miedo de no poder aguantar...soldaditos mutilados juegan a morir, juegan a matar. Terapias mentales para sobrellevar la gasolina en mi piel y tus besos de fuego...pastillas para el dolor. Sobredosis...muero.
Oye nena, aqui se esta mejor, corriendo, a algún lugar, siendo quien no soy, escapando de mi odio y de tu odio. Odiando se esta mejor, disfrazando el miedo, ocultando al amor y haciéndolo evidente...destrucción.
Tú crees que soy un psicótico, pero es que en mi delirio, yo ya no puedo caminar. Soldaditos que se vuelven enfermeros...¿en algo te puedo ayudar?
Tímidas enviadas de la muerte me cuentan cuentos...visitas imaginarias tan reales como tus dogmas...Drogas, sólo drogas. Trabajos que todos dejan. Muertes que todos acogen. Esto es vivir en mi exceso y en mi huida. Es una alucinación provocada por tus ojos. El sueño del invalido, el escape del sueño, del vivo, del real, del escritor...
Vamonos, a caminar, por esa montaña, donde nada es real, donde ni vergüenza, ni tiempo, ni vida, ni muerte, ni esto...es real.
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